ESTRATEGIAS, CUENTOS, CANCIONES
CARRERAS
Se hacen dos columnas con el mismo numero de participantes. Se colocan dos
personas u obstáculos a 10 metros de distancia. El animador dará la voz
de inicio, salen los dos primeros de la fila corriendo y dan 4 vueltas al
rededor del obstáculo o persona y se regresa, al llegar salen los segundo y así sucesivamente el equipo que termine primero es el ganador y los otros
reciben penitencia.
SIGUIENDO AL ANIMADOR
El animador le pide a todos que separe en filas atrás de él y le dice que
él va a correr. Tocando un pito, y todos van tras él. Cuando el deje de tocar el
pito, todos deben pararse, sí él voltea y se ve alguien moviéndose, se tendrá que regresar al punto de partida.
MARIPOSA
Mariposa está en la cocina
haciendo chocolate para la
madrina,
Poti-poti pata de palo
ojo de vidrio y nariz de guacamayo yo
EL POBRE PAJARITO
El pajarito en su nido
llora porque tiene frío,
el llama a su mama
pió, pió, pió.
Él llama a su mama
pía porque tiene hambre,
él necesita comer
para poderse hacer grande.
Él necesita comer,
él la llama con amor
pero ella no regresa
la habrá matado un cazador.
Huérfano se quedó
el chiquito pajarito
cantando desconsolado
pió, pió, pió, pió.
Abandonando su nido
se ha armado de valor,
ha levantado sus alas
y del nido se alejó.
Él recuerda a su mama,
la recuerda con amor,
le da gracias al cielo
porque se ha hecho mayor.
EL PINGÜINO Y EL CANGURO
Había una vez un canguro
que era un auténtico campeón de las carreras, pero al que el éxito había vuelto
vanidoso, burlón y antipático. La principal víctima de sus burlas era un
pequeño pingüino, al que su andar lento y torpón impedía siquiera acabar las carreras.
Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma, pero aún así el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus burlas contra el pingüino se intensificaron. Éste no quería participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que el día de la carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta el lugar de inicio. El zorro los guió montaña arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingüino, sobre que si bajaría rondando o resbalando sobre su barriga...
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago. Entonces el zorro dio la señal de salida diciendo: "La carrera es cruzar hasta el otro lado". El pingüino, emocionado, corrió torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad era insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso, humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el pingüino le esperaba para devolverle las burlas, éste había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvérselas, se ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago. Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio había conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro.
Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma, pero aún así el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus burlas contra el pingüino se intensificaron. Éste no quería participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que el día de la carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta el lugar de inicio. El zorro los guió montaña arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingüino, sobre que si bajaría rondando o resbalando sobre su barriga...
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago. Entonces el zorro dio la señal de salida diciendo: "La carrera es cruzar hasta el otro lado". El pingüino, emocionado, corrió torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad era insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso, humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el pingüino le esperaba para devolverle las burlas, éste había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvérselas, se ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago. Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio había conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro.
INTEGRANTES : Valentina Isaza Rivaz
Daniela Gutierrez Perez
Luz Amparo Orozco
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